«Somos un colectivo muy heterogéneo que precisa una especial atención» (Noticia publicada por Tedi SÁENZ, LOGROÑO. Domingo, 9 diciembre 2018, https://www.larioja.com/la-rioja/colectivo-heterogeneo-precisa-20181209003435-ntvo.html)

Marta Caño, Presidente de la Asociación Familias Numerosas de La Rioja, defiende el «bien común» que aportan las familias con más de tres hijos y refuta los clichés vinculados a este grupo.

«Invertir en la familia es hacerlo en un sector estratégico de la sociedad que redunda en el bien común».

Sobre esa premisa defiende la Asociación de Familias Numerosas de La Rioja la oportunidad de materializar una ley autonómica que blinde los derechos de una parte de la sociedad que, según subraya su presidenta, desdice la etiquetas que suelen acompañarles: «Somos un colectivo muy heterogéneo y hay miembros de toda condición ideológica con múltiples circunstancias personales (…) Jamás pedimos el dato de la orientación política o religiosa»

Reconociendo que, en La Rioja, los católicos son más proclives a configurar este tipo de núcleos familiares y considera «un síntoma de grave enfermedad social plantear siquiera que la confesionalidad pueda ser motivo de discriminación práctica o de desestimación de sus demandas sociales».

Caño tambien rebate que la postura de la asociación suponga una discriminación respecto a quienes que no superan los dos hijos. «Por supuesto que formar una familia numerosa es una decisión personal en la mayoría de los casos, pero eso no la hace menos valiosa».

Sin desmerecer las ayudas genéricas, o las que se establecen en función de la renta per cápita, defiende la especial atención que requieren las familias numerosas.

«Las sociedades democráticas están obligadas a proteger todas aquellas realidades que por sus frutos o valor intrínseco merecen ser tuteladas» arguye, antes de destacar otro dato que arroja la estadística: «el 56% de las familias numerosas confiesa haber estado dispuesta a tener algún otro hijo en caso de disponer de mayor apoyo «y menos hostilidad».

En un contexto de bajada de la natalidad y de apuesta por afrontar el resto demográfico, Caño entiende que el colectivo puede jugar un papel determinante. «No son pocas las familias numerosas riojanas que manifiestan su preferencia por vivir en el entorno rural por razones de seguridad, de apego o de desarrollo personal, lo cual sería un antídoto contra la despoblación que sufren numerosos pueblos», revela. «Para ello, no obstante, sería preciso contar con servicios suficientes, dotaciones adecuadas, posibilidades laborales y las ayudas que precisamos las familias numerosas», concluye.